martes, 24 de abril de 2012

DISCRIMINACIÓN POR RAZÓN DE GÉNERO
     Cómo podemos ver en muchas definiciones la discriminación de género es un fenómeno social. Desde mi punto de vista creo que en éste ámbito se debería trabajar con el colectivo de padres, ya que es aquí donde pueden llegar a producirse las primeras desigualdades.
El trabajo en la unidad familiar deberá centrarse más en las relaciones que se establecen en ésta.

     La intervención se puede desarrollar atendiendo a una serie de principios, entre ellos lograr la participación y colaboración de padres y madres para lograr eliminar estas diferencias de género.
      En este sentido, la familia es el primer contexto donde los niños interaccionan, se desarrollan y aprenden, y a la vez es donde se suelen dar mayores diferencias entre niños y niñas. La familia como agente socializador tiene un papel fundamental en su desarrollo. Durante el proceso de socialización, adquirimos los valores, costumbres, normas, y actitudes propias de la sociedad en que nos desarrollamos.
     Por todo ello, es importante que padres y madres se formen en aquellas materias relacionadas con educación en valores, para aprender a afrontar los conflictos (discusiones, sermones, amenazas incumplidas, imposición de normas…). Lo que pretendo al decir esto  es que hay que ofrecer una serie de estrategias efectivas para reorientar las conductas inadecuadas de sus hijos e hijas a través de la formación, para poder encontrar el equilibrio, la seguridad y la eficacia en la educación familiar, y sin  llegar a situaciones de violencia.
     Otro aspecto muy importante en éste sentido es trabajar con los padres y madres el tema de la corresponsabilidad familiar para eliminar los roles establecidos en función del sexo y conseguir, así una igualdad real y efectiva.

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